El teatro de la vida. [25]

Mañana solo será 21 de noviembre, o quizá no…

Mañana es mi cumpleaños, ya han pasado 25 noviembres desde que una mañana de sábado no se me ocurrió otra cosa que venir a parar a este mundo.

Son 25, no son mucho, tampoco son pocos, pero no deja de ser una cifra significativa, al menos para mí.

Aún conservo dentro de mi una pequeña niña que ansia y espera con entusiasmo la llegada de este día, una niña que piensa que desde el mismo momento de abrir los ojos para dar la bienvenida al nuevo día y hasta el mismo instante en que los cierre para despedirlo todo será especial y fuera de lo común; no por nada, simplemente porque es el día de su cumpleaños. Una niña que solo quiere ser la gran protagonista de la escenificación del día de su cumpleaños, que al terminar la función su cara solo irradie felicidad y que al mirar los ojos de sus espectadores solo hablen de lo especial que ha sido la función.

Bastantes inocentes costumbres se van con los años y excesivas cosas vamos perdiendo a lo largo del camino de la vida como para encima dejar pasar la ilusión y la niñería con algunas de nuestras cosas.

Mañana es 21 de noviembre, mañana es mi cumpleaños….