¿Quién me mandaría a mi? ¿Qué mas da si se reían de mi cuando contaba lo que pensaba? ¿Qué me importaría a mi si me lógica era lo menos lógico que muchos habían escuchado?
Cientos y cientos de veces he comentado con personas cercanas que cuando algo que pasa por mi mente no tengo ni la mas mínima intención que se convierta en realidad prefiero que no salga pro mi boca, prefiero dejarlo dentro de mi, atormentándome, pero vivo felizmente convencida de que si no lo expreso con palabras (habladas y/o escritas) no se tornará en realidad.
La pasión me pudo, no fui capaz ni pude retener las ganas de darte a conocer por aquestos lares, ¿para que? ¿para expresar mis miedos? ¿para que esos miedos ahora se hagan realidad?
¿Qué sería de este marinero sin su guarda y vigía? No quiero que el tiempo pase, no quiero que partas con rumbo a otro puerto que no sea este. Se que tu sino es trono de oro y remanso de paz, pero te quiero aquí, sin corona, sin cetro, sin oro... conmigo.
¡¡¡NO QUIERO!!!
0 anexos a este capítulo:
Publicar un comentario