Santa Tomasa


Hay que ver que la vida, la experiencia que nos da a veces, hace que nos recubramos de capitas y mas capitas como si fueramos unas cebollas.

Supongo que agregaremos una capita mas por cada desengaño o cualquier otra cosa que nos afecte y nos haga daño para intentar protegernos de algo similar que pueda pasar en el futuro.

A veces pasa que nos volvemos tan incrédulos que nos convertimos en homónimos de Santo Tomás que tuvo que ver para creer.
Y a veces nos pasa que con tanta capa, tanta capa, tanta capa, al final ni vemos. Y lo peor de todo, ni nos dejamos ver.

Y es que a veces la vida parece tan hetérea y difusa que es imposible dar crédito a lo que ves, escuchas o lees. Y cómo dice un amigo mío, en no pocas ocasiones, somos responsables de tanta incredulidad por haber puesto de antemano excesivas perspectivas en alguien o en algo sin que en realidad hubiera motivo alguno para hacerlo.

Otras veces es que, sin mas, todo parece poco mas o menos que de película de ciencia fincción. Porque pasan cosas tan increibles como que una conversacion telefónica de mas de 5 horas pase de hablarse de cosas tan ambiguas como la geografía oriental andaluza a.... bueno, a cosas que son increibles y que jamás pensaste que puedieran dar lugar a una conversación.

Y es que todo este baturrillo nos hace, cómo decía al principio, ser, en mi caso, un poco santa tomasa; que la gran mayoría de las veces no me creo ni la mitad de lo que veo y que la otra mitad, gracias a Dios, me pasan cosas que son difíciles de creerselas.

P.S. A aquellos que se caractericen por poder aplicarseles el pseudónimo de "Tomás" y que me dijeron que este podía ser tema de una nueva entrada. Aquí está.


P.S (2) A esos otros aquellos que me tuvieron 5 horas al teléfono e hicieron que junto a mi durmieran millones de mariposas

0 anexos a este capítulo: