Me dispongo a preparar mi mesa de navidad, la mesa en la que en unas horas nos sentaremos a cenar. ¿Pero quienes?Junto a mi, en mi mesa, se sentará La Nostalgia compañera inexcusable conforme voy ganando años o voy perdiendo niñez; nostalgia de lo que antes significaba esta cena, nostalgia de quienes antes la celebrábamos, nostalgia de cómo la celebrábamos… nostalgia, al fin, de intentar y no poder recordar el sentido que sigue teniendo el engalanar la misma mesa que el resto de días del año es un mero mueble mas para celebrar, no tengo muy claro el que.
Mi deseo en estos momentos se divide en dos: atrasar la máquina del tiempo y volver a lo que un día fué; o intentar adelantarla y esperar que un día sea lo que siempre ha sido.
FELIZ NAVIDAD
3 anexos a este capítulo:
Habría sido muy egoista por mi parte que, por recordar a los que no están, le hubiera amargado la noche a los que acaban de llegar...
Del mismo modo que a mi nunca me amargaron la Navidad, quién soy yo para hacérselo a los que me siguen... ?¿
P.S. Esta Nochebuena he vuelto a verme en otras pupilas. Y me he emocionado.
Hablo de nostalgia, no de amargor.
Jamás me amargaron la navidad y jamás hare nada que se le parezca a los que me siguen, todo lo contrario, hace por hacer lo que para mi hasta hace bien poquito eran.
Nostalgia y amargor... en este caso es totalmente falso que vayan de la mano.
La nostalgia es algo que sufre todo el mundo,en mayor o menor medida,pero todo el mundo. Una veces es buena y otra no tanto.Pero la tuya es buena,eso significa que pasan los años y la sure esta en todos los fregaos...
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