De lo que se va, lo que queda, y lo que esta por venir.

Ya hemos dejado otro año atrás (que no en el olvido) y acabamos de poner el pie en otro nuevo del que aun no sabemos que nos deparara.

    Los últimos días del año se suelen utilizar para hacer balance, pero como en todo, no creo que con las cosas en caliente se saque todo el jugo que la naranja de un año nos puede ofrecer.

      El que se ha ido ha sido un año agridulce, deja en el paladar de mis sentidos momentos amargos de los que no consigo quitarme totalmente el sabor; pero también ha marcado el resto de mi vida, y no es una banal exageración, una explosión de dulces sabores que no tan solo se encargan de disipar los que amargan mi paladar sino que además son los auténticos protagonistas de ciertos acontecimientos con nombres y apellidos de mi vida.

        Este año que se presenta ante mi cual alfombra abriéndose camino a lo que no se que será, estará marcado de igual modo, no nos engañemos, de platos de buen gusto y otros que no lo serán tanto… pero para eso aun hay que esperar y dejar que el tiempo simple y complicadamente pase.

          De lo que se va pretendo sacar la esencia y aprender de ello, de lo que se queda intento que permanezca y de lo que esta por venir lo aguardare con la esperanza y la ilusión con la que un niño espera el día en que todo son regalos y felicidad.

            Os deseo un apasionante 2007!!!

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