No es el TRD, pero puedo asegurar que el medio de transporte es lo que menos importa de este importante nuevo trayecto que va a realizar el tren de mi vida.
Ya hablé de lo que para mi supone el viaje, de todo el que llega y se queda, del que llega y se va, de a los que aprecio y agradezco que se queden en mi vagon, de a los que adoro por haberme dejado permanecer en el suyo y sobre todo de la importancia de algunos de los pasajeros y los trayectos que hago con ellos.
Me dirijo hacia una estación importante, una que quizá fue la de salida y la que espero que sea la de la definitiva llegada.
Pero el tren de mi vida, como el de cada uno de nosotros, a veces, por causas ajenas se ve afectado por cambios de itinerarios, por inclemencias climatológicas... incluso se puede ver apartado de sus railes temporalmente debido a la necesidad de un mantenimiento para su correcto funcionamiento.
Mi nuevo viaje no va a ser suspendido, ni modificado, pero de un modo u otro si que ha cambiado. No lo ha hecho el entusiasmo con el que espero la salida del tren, ni tampoco ha cambiado mis ganas porque llegue el día señalado ni una solo d elos motivos que hace seis meses a comenzaron con esta idea que en unos días se tornará a realidad.
Pero hay algo que si que tengo claro, habrá un antes y un después de este viaje, siempre un antes y un después... nunca un durante...esto es una petición que clamo para que escuche el que lo tenga que hacer y me conceda este pequeño beneplácito.
Faltan 3 días y bajando. Parecia que no llegaba y ya esta aquí.
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