Prueba...... NO SUPERADA!!!

He sido este fin de semana testigo incrédulo del desvanecimiento total de mi malograda firmeza y dador de fe de que mi fragilidad me precede muy en contra de mi voluntad.

Me creía convencida y superpuesta a ciertos contratiempos (por no llamarlos contraindicaciones o adversidades) pero mi derrumbe ha sido doblemente desconsolado al ver mi equivocado convencimiento.

Creía haber derrotado a molinos de viento que me parecían los mas duros gigantes contra los que combatir y creía que había ciertos fantasmas de mi pasado a los que estaba convencida de haber ganado la batalla, pero de un plumazo, en una misma tarde, descubrí que estaba total y absolutamente equivocada.

Este sábado día 19 salía a las calles de su barrio, como cada mes de Julio, el Carmen del Zapillo... ¿cómo cada mes de Julio? ¡No! Para mi desde luego que no.

Me dispuse a bajar a los momentos previos a la salida para afrontar todo desde el principio, con la entereza de quien se cree consciente y madura de dar a cada cosa su grado de importancia y sensibilidad. Pero los sentimientos no admiten doma ninguna y por mas que uno quiera es totalmente imposible poder encajar como "politica o socialmente correcto" lo que el corazón entiende como sentimiento.

Me decepcioné conmigo misma, me falle a mi misma dejando caer por tierra lo que durante semanas (por no decir meses) había estado autoinculcandome para cuando llegará ese momento, pero en una décima de segundo todo se fue al traste. Me decepcioné porque me había prometido a mi misma ser fuerte y guardar la compostura y me decepcioné aún mas porque me creía capaz de pasar esta gran etapa de mi camino a modo de prueba para lo que ha de venir el Domingo de Ramos.

Llegué a mi casa ya en la madrugada de este domingo de Huertas con una mezcla homogénea de tristeza, decepción y abatimiento. Realmente que va a ser de mi cuando llegue este Domingo de Palmas. No prentendo caer en la exageración ni la "lacrimología", no me canso de repetir y de repetirme a mi misma que se que todo esto pasara y que al fin y al cabo (y gracias a Dios) no es ni de lo medianamente mas malo que pueda suceder en la vida de nadie; pero quien pueda que se ponga en mi lugar... 10 años, la vida entera de mi Hermandad, todas y cada una de las veces que mi paso de palio ha pisado la calle, yo he estado debajo y ya no volverá a ser así.

Soy totalmente incapaz de imaginarme como será la salida de mi hermadad, nunca la he visto, ni intención que tenía en muchos años.

Cada Domingo de Ramos, antes de subir a donde nos hacíamos la ropa tenía por costumbre pasar por la parroquia a besar y desear suerte y fuerza a todos los que visten el raso celeste de mi hermandad;

Este Domingo volveré a pasar por allí, pero esta vez para quedarme para simpre.

Fotos: José A. Peralta Ruíz