La mejor terapia: la risoterapira

Es curioso que tuviera esta entrada escrita y almacenada hace tiempo; es curioso que recuerde haberla escrito en un contexto totalmente contrario al que con hoy la publico. Pero dejando en una parte tanta curiosidad, el fondo del mensaje sigue siendo el mismo, con la  gran diferencia que hoy lo publico con una amplia sonrisa dibujada en mi rostro.




Dicen los científicos que reir disminuye el dolor, que puede alargar la vida, que mitiga la depresión y un largo etcétera de pro-indicaciones médicas totalmente beneficiosas.

Siendo mas estrictos, medicamente hablando, se podría decir que reír tiene efecto analgésico debido a que favorece la producción de endorfinas y encefalinas en el cerebro; elimina el imsomnio gracias a la sana fatiga que genera, mejora la circulación, elimina estrés y se llegan a poner en marcha, por cada carcajada, cerca de 400 músculos.

Los niños ríen alrededor de 200 veces al día; los que no somos tan niños a veces nos movemos entre 15 y 20 ¿No es una pena? Pues claro que lo es. La verdad es que no nos reímos tanto, no porque no estemos capacitados, sino porque catalogamos como problemas cosas que a veces ni lo son y a las que no sabemos sacarle un algo positivo e incluso de lo que nos reirnos.

Para reirse hace falta poco, la verdad que a veces casi nada; basta ser testigo de situaciones que diluyan las máscaras sociales, que pongan en ridículo a uno mismo o a cualquier otro, como ocurre en algunos chistes; sobre todo es muy fácil reirse cuando la compañía es la apropiada; cuando uno va predispuesto a pasarlo bien y reirse; en resumen que hay que reirse, reirse y reirse.

Reirse de uno mismo, reirse con los demás, reirse cuando las cicunstancias parecen las mas contrarias....

A veces pensamos estar pasando una mala racha y parece que no sabemos encontrar motivos para reir o ni siquiera sonreir; lo malo de esto es que cuando lleguen los tiempos mejores probablemente pasen de largo si no nos encuentran con una sonrisa en la cara.

Dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, y yo me he dado cuenta de lo importante que es la risa ahora que la he recuperado.

P.S. Muchas Gracias por hacerme reir.

1 anexos a este capítulo:

Jorge Ponce dijo...

Jajajajajajaajja