Sin saber muy bien qué hacer

A veces, ante una situación de incertidumbre, me veo plenamente capacitada y preparada para tomar decisiones, para saber qué hacer y cómo hacerlo.

Sin embargo, en otras ocasiones, como me está pasando ahora, son tantas las dudas que me planteo, las preguntas a las que no encuentro respuestas, las incertidumbres que se me plantean, los miedos, el no saber qué hacer... que me quedo como en estado de bloqueo, me siento como paralizada.

Es cierto, o eso creo yo, que la toma de decisiones no es tarea fácil, ni mucho menos. Se plantean dudas desde el principio, empezando por si se debe o no se debe tomar una decisión o dejar que el tiempo pase y haga el trabajo por ti. Me pregunto " si finalmente decido tomar cartas en el asunto... ¿saldré victoriosa de todo esto?"

Ya me ha pasado, y me está pasando, que recapacito y llego a la conclusión de que quizá no sea acertado quedarse esperando a verlas venir. ¿Pero y si me equivoco? ¿Y si estoy equivocada? ¿Y si estoy viendo giantes donde solo hay molinos? Ojala hubiera contestación sencilla e inmediata a todas mis cuestiones.

Digo yo que podrían aparecer algunas señales, aunque solo fuera una, que disiparan un poco esta neblina de interrogaciones!! Tampoco es mucho pedir, no? O sí? No lo se. Apunto a la lista de dudas!!!

Quizá al final sea el tiempo, o las circunstancias, o el desarrollo de los acontecimientos, o una mezcla de algunos de ellos, o de todos a la vez, los que escriban el fin (o el inicio) de esta historia.

Mientras sigo esperando..... o no!


1 anexos a este capítulo:

Anónimo dijo...

Animos, los que siempre hemos estado de una u otra manera contigo, lo seguimos estando, otros que lo estaban ya no se acuerdan ni del sonido de tu voz.
Animos.
Salvador Moreno