Crónica de un cierre anunciado


Hay quien dice que un cuchillo no tiene que ser un arma peligrosa, ya que si se utiliza para cortar pan, o untar mantequilla, o pelar un cable es un utensilio mas que práctico para nuestra vida cotidiana. No obstante este utensilio tan práctico también puede ser mal usado y convertirse por tanto en un arma blanca, capaz incluso de arrebatar una vida.
    Supongo que a todo se le podrá aplicar mas o menos la misma regla; todo podra medirse en este sentido por el mismo rasero...
      Estaban empezando a trascurrir los primeros minutos de este día en que los Clemente celebran su onomástica, y poco a poco, lo que había nacido como un aluvión de inquietudes, de ideas entusiastas, iba dejando poco a poco de latir; poco a poco todas sus salas fueron apagando sus luces y poco a poco su aliento iba dejándose de escuchar.
        No permanezco inmovil ni apática frente a esta muerte anunciada, pero tampoco quedan ánimos para seguir defendiendo lo indefendible; y mucho menos para seguir siendo cabeza visible de algo que no era lo que fue, de algo que estaba viviendo sus últimos latigazos de vida sin ser la sombra de lo que para un día nació.

        Siento pena por lo que pudo ser y no fue.

        Me llena de rabia ver en lo que se convirtió y para lo que no nació.

        Indigna mi sentido como he conocido la sinrazón y el sinsentido de algunos.

        Pero además me llena de calma estar plenamente convencida que los vientos del sur arrastraran toda esta maraña de sentimientos encontrados y llevará a buen puerto el estusiasmo del nuevo ser que ha nacido.

          Descanse en paz

            (Un último suspiro de razón: te adelantaste a tu tiempo, fuiste protagonista de enfrentamientos y de uniones, siempre estuviste en boca de todos, y así es como terminas ¿Qué esperabas? Jamás se escribió nada sobre los cobardes y tu, como valiente, has llenado cientos y cientos de paginas.)


            2 anexos a este capítulo:

            José Ramón Suárez Ortiz dijo...

            Me encanta la ternura de madre con la que asumes la pena.

            Como me gusta la reflexión final.

            P.S. Es como un "post scriptum" mío pero al sureniano modo. ;o)

            Anónimo dijo...

            Reflexión elegantemente calmada. Quizás más propia de días venideros que de la fecha en la que está escrita por la cercanía del acontecimiento; lo que pone de manifiesto, como muy bien titulas, que era la "crónica de un cierre anunciado" y, por tanto, prácticamente asumido.

            Siguiendo tu ejemplo, y observando en tu escrito la templanza de los ánimos (cualquiera podría estar alterado por tal indignación) pienso que ya ha llegado el momento adecuado para la reflexión personal de cada uno de los que han hecho posible el foro; de sopesar lo bueno y lo malo de la experiencia, de darse cuenta de la importancia (o no) de "Capillitas de Almería" en nuestra Semana Santa, de si ha cumplido (o no) las expectativas... en definitiva, de si ha merecido la pena, o no, el esfuerzo invertido durante este tiempo. Cada uno que reflexione.

            Y si fruto de esa reflexión aparece una respuesta.. y si esa respuesta es positiva.. y si aún quedan fuerzas y ganas (y tilas) para realizar un nuevo esfuerzo, volved a reflexionar, esta vez sobre los errores (que seguro los ha habido) que han permitido tan penoso final.. y adelante.

            Si eso ocurriera algún día, y las barreras se convierten en escalones, aquí teneis un pequeño carpintero que os ayudará a contruir unas escaleras para llegar.. Al cielo!! ;)